El plan económico del imperialismo, viene cumpliéndose, aun cuando los pueblos del mundo se resisten a cargar sobre su espalda la crisis política y económica de los explotadores. La guerra constante por el reparto de los mercados no repara en el sufrimiento de la clase obrera y sus aliados, con tal de sembrar sus banderas genocidas en cada rincón del mundo, y para ello, cuentan con los gobiernos cómplices en cada país para garantizar que las luchas de los trabajadores no coloquen en discusión el problema del poder. El gobierno venezolano, responde a este plan internacional de los explotadores, y una demostración es el acuerdo con los empresarios para aplanar hacia abajo todo salario y derecho conquistado por los trabajadores.
El 1ro de mayo el gobierno anunció un incremento en los bonos que otorga a través del sistema patria y ningún aumento salarial; de un plumazo le dio un vil golpe a la conquista del salario de todos los trabajadores. Justificó su acción diciendo que ahora los trabajadores en vez de tener 5$ mensuales en su cartera, tendrían 75$ por concepto de bonos y cesta tickets, los cuales no tienen incidencia en prestaciones sociales. En un acto nacional en Caracas, la burocracia sindical de la CBTS (Confederación Bolivariana de Trabajadores Socialista), le “presenta” las propuestas al gobierno, y este dice ¡Aprobado! Después de esta vil puesta en escena, algunos sectores como los educadores, jubilados y pensionados, trabajadores de las empresas básicas, y otros, insistieron en reclamar el respeto al salario tal como lo estipula las mismas leyes burguesas y los contratos colectivos.
Este formato de acabar con el salario y sus derivados está dentro del plan económico del gobierno, que bajo la excusa de las sanciones económicas, ha venido desmejorando nuestra calidad de vida y trabajo, contando con la complicidad de la férrea burocracia sindical, y utilizando toda su maquinaria de represión, sobre los trabajadores de los sectores productivos, represión que va desde la aplicación de instructivos antiobreros como el enunciado 2792, pasando por las amenazas y la encarcelación, lo que constituye el desarrollo de la política de criminalización de nuestras justas luchas obreras y populares.
Las manifestaciones de repudio, a los acuerdos de los empresarios, el gobierno y la burocracia sindical se han sentido en el sector educación, salud y también en Ciudad Bolívar, en las empresas básicas del país, en donde un importante grupo de trabajadores de SIDOR, Ferrominera, Venalum han rechazado la presencia de la burocracia sindical situada en la central gobiernera CBST. El gobierno ha procurado que no se extienda la información, por los medios de comunicación, de las protestas de los metalúrgicos y ferromineros. Estos últimos retoman su lucha que llevan desde el 2009 por mejoras en sus condiciones laborales, el pago de sus pasivos laborales, el cumplimiento de sus derechos contractuales, el incremento de cesta ticket, la discusión de los contratos colectivos y hasta condiciones mínimas de seguridad laboral entre otros además que sumaron solidaridad con las exigencias del sector educativo, lo que movió al gobierno -a principio de año-, a ir apresuradamente a negociar con los manifestantes, para aplacarlos y luego seguir incumpliéndoles en sus expectativas.
Hoy ante las protestas de los metalúrgicos en la calle, por sus demandas laborales, el gobierno responde con persecución y encarcelamiento de líderes y trabajadores. Actualmente, diversas fuerzas sindicales y organizaciones hermanas han formado comités por la liberación de todos los detenidos, obteniendo como repuesta del gobierno todo tipo de retardo procesal, incomunicación y negativa a informar el estado físico de todos los detenidos.
Los jubilados y pensionados también han alzado su voz, a pesar de ser un sector minoritario, se han mantenido constantemente movilizados y a nivel nacional han protagonizado protestas exigiendo seguridad social y una “pensión digna” que hoy no alcanza ni para pagar el transporte pues es de apenas 4.9$, ni hablar de acceder a la canasta alimentaria que algunos economistas ubican en 600$.
El futuro de esa llama obrera depende de una dirección política, marxista, clasista, que necesitan los trabajadores para ser guiados hacia la conquista del derecho a decidir sobre el destino de las ganancias que producen. El llamado a renovar las dirigencias sindicales es una consigna que debemos apoyar y fortalecer a nivel nacional, para tratar de llevar a nuestras organizaciones, compañeros que en la lucha hayan probado que estarán defendiendo los intereses de los trabajadores, y rechacen discursos como la del coordinador nacional de la CBST quien llama a “…respaldar al chavismo y exhorta a los obreros a confiar en el proceso revolucionario, a pesar de que la CBST no ha alcanzado ninguno de los objetivos que ha ofrecido a los obreros..”
El gobierno hasta ahora, cuenta con el control de casi todas las estructuras para imponernos su plan económico que entre otros contiene la entrega de la industria petrolera, que principalmente la manejaría la Chevron (EE.UU), para lo cual ya cumplió con exigencias como la de limpiarle el camino de tanto buitre emergente que hasta ahora venía llenando sus arcas con las ganancias producidas en el sector y en cambio la OFAC autoriza ciertas operaciones entre ambos países, dejando a un lado algunas sanciones. Es así como se puede entender cómo es que ahora el gobierno ha podido “detectar la enorme corruptela” cuya cabeza visible es Tareck El Aissami, mano derecha del difunto Presidente Hugo Chávez y Nicolás Maduro, parlamentario, creador de la Policía Nacional Bolivariana, gobernador del Estado Aragua, Ministro de Petróleos, “con el que se abrieron rutas alternas para el comercio del petróleo en medio de las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Estados Unidos”.
El Aissami y Joselit Ramirez, este último supertintendente nacional de criptoactivos, y muchos otros nombres salieron a la luz pública como componentes de la trama de corruptela vinculada a Petróleos de Venezuela (PDVSA). Al lado de estos, dirigentes sindicales denunciaron que un numeroso grupo de trabajadores fueron sacados de las empresas básicas, para complacer el pedido de bajar las nóminas en función de los planes de la Chevron y demás empresas extranjeras. La llamada campaña anticorrupción “caiga quien caiga”, que ya quitó del camino varios grandes tiburones que se apoderan del reparto de las ganancias de las ventas del preciado líquido, ha copado los espacios mediáticos de la prensa burguesa por un momento, mientras el gobierno da luz verde de hecho a la dolarización de todo el comercio y elimina todo tipo de discusiones colectivas, derechos contractuales, pagos de pasivos laborales, entre otros.
El saqueo es inimaginable, pero no es secreto. La corruptela es hija del capitalismo, por lo que destruirla tiene que ver con destruir las bases de la explotación capitalista, es necesario el gobierno de los trabajadores y el pueblo en una Venezuela y un mundo Socialista. El gobierno señala el camino que nos tiene preparado, es el camino de la entrega de las riquezas del país, es la destrucción, de todos los beneficios y conquistas que a lo largo de los años hemos adquirido. Hoy, algunos sectores se encuentran en la calle haciendo protestas, la mayoría aisladas y/o controladas por la férrea burocracia que como papel tiene la de encerrarlas, aislarlas, boicotearlas para que no incendien el país. Los educadores por ejemplo han disminuido enormemente su acción de calle ante la política de cansancio que el gobierno con su burocracia les ha aplicado, tomándolos como ejemplo para decirle a todos los trabajadores que con manifestaciones y protestas no obtendrán beneficio alguno.
El golpe contra el salario es solo parte de la política antiobrera del gobierno, por lo que tenemos que llamar a los educadores y todos los trabajadores, a fortalecer los lazos entre todos los sectores, a educarse políticamente, a analizar en la situación en que nos encontramos para prepararse para las luchas que tarde o temprano van a surgir debido a las amargas condiciones a las que los explotadores con su gobierno nos aplican. Dentro del capitalismo no hay salidas a favor de la clase, por lo que tenemos que unificar a los mejores cuadros para organizar nuestra herramienta, para prepararse políticamente, en el marxismo leninismo, que nos guie hacia la construcción de ese poder que necesita la clase para decidir su destino.
CSR – El Topo Obrero 31/6/23