Venezuela: Hambre y cárcel es la respuesta del gobierno a las protestas de los trabajadores 

Primeras semanas del 2023 y la lucha por demandas laborales se intensifican, los educadores comienzan el año escolar con paro y marchas hasta el ministerio de educación. ¿Las demandas? las mismas de los últimos tiempos, mejora del salario y reconocimiento de acuerdos y beneficios establecidos en las contrataciones colectivas.

El gobierno es sorprendido por las masivas marchas de educadores, de poco sirvió la campaña mediática tratando de vincularlas con actos de sabotaje o de oposición, los docentes han sobrepasado a sus direcciones burocráticas y existe una solidaridad pasiva entre la población con esta lucha.

El gobierno promete mejorar la situación de los trabajadores de la educación, pero dejando claro que no hay dinero. Nos preguntamos entonces ¿de cuál recuperación económica de la que se vanagloria Maduro en los discursos de los últimos meses?

Finalmente el gobierno se burla de los trabajadores y la respuesta ha sido un bono que alcanza a todos los dependientes del estado y que se establece en: 580bs (30u$s) para los trabajadores activos y 406bs (20u$s) para jubilados, en un momento que un mercado básico mínimo para 4 personas no baja de 500 bolívares sin incluir carnes y otros elementos  como queso, galletas, leche entre otros.   Y ni hablar de medicinas o cualquier atención médica o necesidades educación o vivienda.

El bono aparte de ser una cantidad tan insignificante que no genera ningún alivio a la situación de los trabajadores, es un mecanismo para continuar desconociendo los derechos adquiridos en las contrataciones colectivas.

La respuesta del gobierno ha sido despreciar – y criminalizar- las demandas docentes y continuar la desmejora de su condición de vida.

Está semana también tomaron acciones los trabajadores de Guayana, las protestas que comenzaron los trabajadores de Sidor rápidamente se extendieron al resto de empresas básicas, Alcasa, Venalum, Ferrominera y otras comenzaron a participar de las protestas, este sector es más temido por el gobierno, porque puede asestar duros golpes tanto por su volumen como por la incidencia económica que tiene en los negocios del estado, el gobierno no va a permitir acciones que afecten una de las pocas fuentes de ingreso productivas que tiene el país y mucho menos cuando éstas están en mira para un proceso de privatización.

A los trabajadores de Guayana el gobierno rápidamente les respondió con sus organismos de seguridad especializados como el DGCIM, capturando a los principales líderes de las protestas y privándolos de libertad. El siguiente paso fue convocar a las direcciones burocráticas a una mesa de diálogo para dilatar y detener las protestas.

Cómo era de esperarse las direcciones traidoras, finalmente firman un acuerdo donde no se obtiene ninguna de las demandas iniciales solicitadas. El acuerdo contempla la liberación de los trabajadores detenidos, pero estos han quedado bajo régimen de presentación e imposibilitados de participar en nuevas protestas, el resto de demandas económicas seguirán el curso de la mesa de diálogo.

El movimiento obrero venezolano ha entrado en acción de forma temprana en el 2023 en la lucha contra las políticas antiobreras de Maduro, el gobierno responde con la continuidad de salarios de miseria, porque los recursos que exhibe en su memoria y cuenta están destinados para los burgueses venezolanos y del extranjero. Venezuela se está arreglando para el burgués, el empresario, el militar, el político corrupto y las transnacionales porque para el pueblo solo hay hambre y represión.

Las manifestaciones no se van a detener en la medida que se profundicen las contradicciones sociales y económicas.  La situación afecta a toda la clase obrera del país y las direcciones reconocidas, en general, son conciliadoras con el gobierno, esta situación no es secundaria.  Necesitamos en los distintos sectores la renovación, sustitución de las direcciones actuales que se han mantenido vendiendo los derechos de los trabajadores. Hoy tenemos que multiplicar el llamado a unificar la lucha de los educadores con las que continúen los trabajadores de las industrias básicas, con los cementeros, eléctricos, todos los trabajadores del estado y los privados. La clase obrera, los trabajadores y sus aliados, tenemos un enemigo en común; el plan económico que el gobierno burgués viene desarrollando, es hambre para los trabajadores, bajo la justificación de que debido al sabotaje exterior, no es posible mejorar nuestras condiciones de vida y trabajo. Pero el gobierno no dice que acaba de entregar a los monopolios entre los que están la Chevron nuestra industria básica petrolera, no dice de las denuncias sobre las  inmensas fortunas que  se lleva la corruptela, el contrabando, las empresas de maletín entre otros.

Hoy, más que nunca los revolucionarios,  tenemos que sumar llamados a  la exigencia de nacionalización de toda la industria básica, la banca y el comercio exterior, bajo control obrero, sin indemnización,  aumento general de salarios acorde con la cesta básica según Banco Central, congelación de precios, libertad para todos los compañeros y dirigentes obreros detenidos por participar en la protesta justa,  unificación de todas las luchas bajo una sola bandera clasista, basta de obstáculos para ir a la renovación de las direcciones sindicales, todo plan de lucha debe ser discutido en asambleas de base en cada rincón de trabajo y de lucha;  solidaridad militante con todas las luchas nacionales e internacionales.  

 Hoy la clase obrera venezolana necesita una dirección con carácter de clase, que sea independiente del gobierno y de la oposición, que contemple en su programa propuestas el rescate de las contrataciones colectivas que el gobierno insiste en desconocer, así como la solidaridad con la lucha de todos los trabajadores del país.

Ni el chavismo ni la oposición van a solucionar los problemas de la clase obrera venezolana, todo lo que obtengamos será producto de nuestras luchas obreras y populares, con banderas clasistas.

Luchemos por la construcción del estado obrero venezolano.

Adrián Ortíz

CSR – El topo Obrero

17-1-2023

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