Palestina: Se cerró parcialmente un sangriento capítulo de la lucha palestina

Con la reunión en Sharm el Sheikh (Egipto) para la firma del programa de 20 puntos propuesto por Trump, y el posterior intercambio de rehenes, se cerró parcialmente el capítulo abierto el 7 de octubre de 2023. Eso no significa que se haya alcanzado la paz. Solo significa que, al entregar los rehenes, Hamás ya no tiene más nada con que presionar al gobierno de Israel, mientras que Netanyahu sigue rodeando militarmente y ocupando todavía más del 50% de la Franja de Gaza. Hamás, por su parte sigue armado, controlando una montaña de escombros y un pueblo que deambula buscando alimentos y agua, condenado a vivir indefinidamente en tiendas de campaña. Ante la imposibilidad de completar el genocidio por la ola de protestas que empezó a crecer en el plano internacional, ahora continúan con la política de quebrar la perseverancia del pueblo palestino por permanecer en su tierra, tratando de reducir la cantidad de palestinos a su mínima expresión, utilizando todas las formas de presión y hostigamiento: desde los ataques puntuales que rompen parcialmente el alto el fuego, hasta el bloqueo al ingreso de la ayuda humanitaria. Paralelamente les ofrecen pagarles para que se vayan por 10 años. Quieren establecer sobre la Franja un control internacional encabezado por EEUU, y hasta podrían negociar con Hamás la entrega de sus armas a cambio de su participación en la reconstrucción. Todo estará sobre la mesa como parte de la “desradicalización”.   

El pueblo palestino viene luchando contra la ocupación de su territorio por parte de los sionistas israelíes que tienen el apoyo de las potencias imperialistas. Esta ocupación fue avanzando desde 1948, hasta dejar a los palestinos reducidos a habitar la Franja de Gaza y la Cisjordania en la que también los colonos sionistas con el apoyo del ejército israelí van expulsando a los palestinos de sus tierras por la fuerza. El 7 de octubre de 2023, las organizaciones palestinas armadas encabezadas por Hamás irrumpieron en el territorio ocupado por Israel que circunda la Franja, con el objetivo principal de capturar rehenes. Hubo enfrentamientos, 1200 muertos, y capturaron 251 rehenes. Se planteaba en ese momento que esta acción estaba destinada a evitar que Arabia Saudita adhiriera a los acuerdos de Abraham, con lo cual se reconocería formalmente al Estado de Israel, dejando de lado cualquier exigencia a favor del pueblo palestino.

En ese momento, el Hamás tenía algún apoyo de Irán, de Siria y de Hezbollah. En la prensa de izquierda se los llamaba “el frente de la resistencia”. Confiar en que las burguesías árabes e iraní podían ser un apoyo consecuente fue un grave error de Hamás que se desprende de su propio carácter de clase burgués, representante nacionalista de una débil burguesía palestina.

La respuesta de Israel fue tremenda, bombardeando sin piedad a la población palestina sin ningún miramiento, civiles, mujeres, niños, hospitales, escuelas, todo. Los palestinos cuentan alrededor de 67 mil muertos. Varias ciudades fueron totalmente destruidas. Pero la acción militar de Israel no se limitó a Gaza. Bombardearon también las posiciones de Hezbollah en el Líbano, asesinando gran parte de sus dirigentes. Mientras, con el apoyo turco, las milicias de Al Jolami en un avance sorpresivo, en pocos días, voltearon a Al Assad y tomaron el gobierno. Paralelamente Israel avanzaba con sus tropas ocupando territorios en el sur y en el este de Siria. Luego Israel atacó a Irán con el argumento de que estaban demasiado cerca de poder fabricar un arma nuclear. Tras asesinar a varios generales y científicos iraníes, Israel recibió una respuesta militar con misiles que impactaron en “lugares sensibles” de su territorio. Finalmente, esta situación provocó la intervención directa de EEUU, cuando por orden de Trump dos aviones B-2 atacaron con bombas de profundidad los centros de desarrollo nuclear iraníes incluyendo los que se resguardaban a varias decenas de metros bajo tierra. También bombardearon y descabezaron el gobierno de Yemen, en donde la causa palestina tiene apoyo de las masas huties.

Las últimas bombas israelíes sobre Qatar mientras se realizaba una reunión con dirigentes de Hamás que analizaban la posibilidad de un acuerdo, terminó de definir la situación.

Los países árabes fueron convocados a reunirse por Qatar ante la gravedad de la situación que implicaba la expansión de las acciones militares de Israel. La conclusión de esa reunión fue que había que terminar con la guerra, aceptando el “plan de paz” presentado por EEUU que, con el visto bueno de Putin, consiguió el aval hasta de Irán. Y mientras el pueblo palestino estaba recibiendo un apoyo cada vez más amplio del movimiento de masas, los gobiernos imperialistas y árabes se apuraron a aislar a Hamás para que terminara aceptando el plan yanki.

Las grandes movilizaciones en varios países a favor del pueblo palestino, en contra de la continuidad del genocidio fueron muy masivas, e incluyeron huelgas en Italia, la manifestación de 250 000 personas en La Haya y una de proporciones similares en Roma.

Los gobiernos europeos respondieron a esta presión de masas planteando el reconocimiento de un Estado palestino (la vieja y remanida “solución” de los dos Estados), pero condicionando ese reconocimiento a que Hamás entregara los rehenes, depusiera las armas y no participara de su gobierno. Con esa posición se ubican un poco a la izquierda de Trump en el discurso, pero en los hechos apoyan la política de EEUU, e inclusive el “laborista” inglés Tony Blair participaría en la implementación del plan de Trump, que de concretarse totalmente significará la colonización completa de Gaza.

La realidad es que, independientemente de lo que pueda ocurrir más adelante, el capítulo abierto el 7 de octubre de 2023, se cerró con el intercambio de rehenes. Y el pueblo palestino si bien ha ganado apoyo popular en muchos paises, en su tierra está diezmado y muy aislado en el mundo árabe y musulmán, mientras que la firma del “acuerdo de paz” por parte de Egipto, Qatar y Turquía quizás sea para EEUU una ganancia mayor que los acuerdos de Abraham. 

El representante político de Hamas, Khalil al-Hayya, que participó en las negociaciones dijo que “Se ha alcanzado un acuerdo para poner fin a la guerra y a la agresión contra nuestro pueblo”, y que “recibimos garantías por parte de los mediadores y de la administración estadounidense, y todos confirmaron que la guerra ha terminado por completo”. Pero estas garantías -en las que nadie debería confiar- son sólo a condición de una rendición total, incluyendo el desarme de las milicias.

El acuerdo, además de ser un gran negocio económico inmobiliario, que aprovechará Trump a través de su yerno Jared Kushner, transformará a Gaza en un protectorado colonial supervisado por un consejo encabezado por el presidente estadounidense.

Para los que creen que representan una fuerza progresista hay que destacar que ni Rusia ni China hicieron absolutamente nada para detener a Israel. La solución del pueblo palestino no vendrá de la mano de las burguesías árabes (o musulmanas) de la región que, una a una se fueron subordinando al imperialismo yanki e Israel o se orientan detrás de los intereses de Rusia y China.

Solo con un levantamiento revolucionario de las masas trabajadoras y populares del medio oriente -y con el apoyo del proletariado mundial- puede haber la fuerza suficiente para derrotar al sionismo y establecer una Palestina obrera y socialista, en el marco de una federación socialista de medio oriente.

Partido de La Causa Obrera, 18/10/25

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